Feeds:
Posts
Comments

Posts Tagged ‘Agregados monetarios’

Este es título del libro que acabo de publicar con Unión Editorial, bajo la edición de José Antonio Aguirre, todo un referente en Economía en España en lo que se refiere a la publicación de libros sobre moneda y banca central, tanto los suyos propios como traducciones muy meritorias que incluyen excelentes estudios de los clásicos en este campo. Este libro es una traducción al castellano del original escrito por el economista monetario y colega mío en el Institute of International Monetary Research (IIMR), Tim Congdon, y yo mismo, publicado por el Institute of Economic Affairs de Londres en Junio de 2020.

Portada libro

Lo que hacemos en el libro es detallar cómo se crea el dinero (entendido en un sentido amplio, que incorpora los depósitos bancarios en su definición) en economías modernas; y cómo la financiación por parte de los bancos y del banco central del creciente gasto público en que los gobiernos han incurrido desde Marzo de 2020 tiene efectos muy significativos sobre los precios y el ciclo económico, tanto en el corto como en el medio y largo plazo. 

Si bien el análisis de los procesos por los que se crea el dinero son aplicables a cualquier economía moderna, utilizamos en nuestro estudio únicamente datos referentes a la economía de EEUU. Lo hacemos así por su relevancia en la economía mundial y porque ha sido precisamente en EEUU donde el crecimiento monetario desde Marzo de 2020 ha sido más excepcional, al menos comparado con el de otras economías avanzadas. En la segunda mitad de 2020, el crecimiento del dinero (medido a través del agregado monetario M3) ha superado tasas del 25% interanual, lo que significa una tasa récord de crecimiento del dinero en tiempos de paz en la historia reciente de EEUU.

Crecimiento Monetario en EEUU durante la Crisis Financiera International (2008-09) y la crisis de Covid-19(fuente, ‘IIMR Monthly Note, October 2020‘) 

Oferta monetario

Es importante la diferenciación que hacemos en nuestro análisis entre distintos tipos de agregados monetarios: Por un lado está la ‘base monetaria’, constituida por el efectivo creado por el banco central o la casa de moneda nacional y las reservas bancarias en el banco central. La base monetaria representa un porcentaje ciertamente pequeño de la cantidad de medios de pago que usamos en nuestras transacciones cotidianas, y menos aún si se trata de transacciones de mayor valor monetario. Este agregado monetario reducido no es más que entre un 10% – 15% de los medios de pago disponibles en la economía. El resto de la oferta monetaria está constituida por los depósitos bancarios que usamos regularmente mediante el empleo de tarjetas de pago y transacciones bancarias.

Lo distintivo del crecimiento monetario registrado desde Marzo de 2020 en EEUU, es que ha crecido la cantidad de dinero en su sentido más amplio, incluyendo depósitos bancarios; esto es, la oferta monetaria. Y es el crecimiento de este último agregado monetario el que explica de mejor manera variaciones en la inflación en bienes y servicios, así como fluctuaciones de la actividad económica a lo largo del ciclo económico (ver el análisis empírico entre variaciones de la cantidad de dinero y la inflación y la renta nominal en el estudio publicado por el IIMR aquí).

Esta vez sí es diferente

En la crisis financiera de 2008-09, lo que creció fue la base monetaria (el balance de los bancos centrales), pero no la oferta monetaria que, de hecho, cayó en 2009 y 2010 y fue acompañada de desinflación y deflación. De ahí que no hubiera inflación de bienes de consumo entonces (aunque sí la hubo de precios de activos), y nuestra previsión que explicamos en el libro es que sí la habrá en esta ocasión, tras la crisis de Covid-19. No será automática ni inmediata. De hecho, el cuándo y cuánto subirán los precios es difícil de decir con precisión, aunque sí nos atrevemos a ofrecer cifras en el libro. Lo que sí que podemos apuntar son tendencias de precios a medio y largo plazo. Una vez que lo peor de la actual crisis sanitaria haya pasado y la economía vuelva a re-abrirse, el exceso de dinero creado en los últimos meses no habrá desaparecido ‘por arte de magia’. Será entonces, muy probablemente en los años 2021-2022, cuando veremos un fuerte aumento de la demanda nominal en la economía, seguida de presiones inflacionistas, que conducirán a tasas de inflación ciertamente por encima de las tasas que hemos visto en los últimos años.

Más detalles y análisis sobre todo ello en el libro. Como siempre, comentarios y críticas muy bienvenidos.

Juan Castañeda

Read Full Post »

Artículo publicado en dos partes en Oroyfinanzas.com el 22 de octubre de 2012 (Parte 1 y parte 2)

¿Qué son los agregados monetarios?

La base monetaria está formada por el dinero legal de la economía y está compuesta únicamente por el efectivo en manos del público (EMP) y las reservas de los bancos comerciales. En esta definición de dinero incluimos todos los billetes y monedas emitidos en régimen de monopolio legal por el Estado, ya estén en manos del público ya estén mantenidas en forma de reservas bancarias. Estas reservas son un porcentaje de los depósitos que los bancos han de mantener en caja para poder atender a las peticiones de liquidez de sus clientes. En la Eurozona, el volumen de estas reservas lo fija la autoridad monetaria, el BCE, mediante la regulación del llamado coeficiente legal de caja, que es del 1% de los depósitos.

Ahora bien, ésta es sólo una pequeña parte del dinero que utilizamos habitualmente para hacer pagos. Es el llamado dinero bancario el que representa en la actualidad alrededor del 85-95% de toda la oferta monetaria de la economía. Pues bien, dependiendo del tipo de depósitos bancarios incluidos en su definición tendremos una u otra medición de la oferta de dinero de la economía; definiciones que se identifican con la sigla M (por la inicial de “dinero” en inglés) seguida de distintos números, cada uno de los cuales implica una definición de dinero cada vez más amplia y menos líquida.

¿Qué es dinero? Una definición sujeta a la decisión del Estado

En una economía desarrollada no es fácil establecer la línea divisoria entre los activos que pueden ser dinero y el resto. Puesto que se entiende que dinero es cualquier cosa que pueda ser usada en pago de una deuda, hay muchas formas de definir o medir la oferta de dinero y, en concreto, la medición del dinero bancario. Las medidas más comunes son M1, M2 y M3. Ahora bien, la definición y el detalle de sus componentes exactos dependerán de los países de los que estemos tratando y, asimismo, cambian a medida que lo hace la regulación de los productos financieros que pueden considerarse dinero. Ello no hace sino reforzar una característica esencial de nuestros sistemas monetarios: y es que están gobernados por el Estado. Es el Estado, a través de sus bancos centrales, quién define lo que es dinero en nuestro tiempo. Esto es algo determinante y esencial a nuestro sistema monetario. Si le preguntáramos a un ciudadano del siglo XIX “¿qué es dinero?” su respuesta sería inequívoca y mucho menos compleja que la que he de dar hoy aquí.

Por ejemplo, en el Reino Unido o EEUU se han utilizado históricamente también las definiciones de M0 y M4. M0 no era considerado realmente dinero bancario, ya que era la suma del efectivo en manos del público; es decir, billetes y monedas emitidos por las autoridades monetarias. Además, en el Reino Unido se sigue usando el agregado monetario M4 como definición más amplia de oferta monetaria en el país y se dejó de publicar M0 en 2006. Como veremos a continuación, se corresponde aproximadamente con la definición más amplia de dinero (M3) que utiliza el BCE para la Eurozona. Por su parte, el agregado monetario más amplio publicado en la actualidad por la Fed es M2, ya que dejó de publicar M3 en 2006.

Por todo ello, las definiciones que presentaremos a continuación no deben entenderse como válidas y precisas para toda economía y tiempo. Es importante tener en cuenta que la definición de dinero es realmente distinta dependiendo del área monetaria de que se trate y cambian para la Reserva Federal de EEUU, el Banco de Inglaterra o el Banco Central Europeo. Dado que el BCE sólo define hasta M3, me concentro a continuación en las definiciones que se usan habitualmente para la Eurozona: M1, M2 y M3.

Dinero legal o Base Monetaria

La definición más líquida, pero más reducida de dinero, es el dinero legal; que está compuesto por el efectivo en manos del publico (EMP) y las reservas bancarias. Es decir, se trata de todos los billetes y monedas emitidos por las autoridades monetarias nacionales, ya estén en manos del público o en las cajas fuertes de la banca y el banco central en forma de reserva.

Dinero bancario (M1, M2 y M3)

M1: Es la definición de oferta monetaria más líquida, ya que incluye el efectivo en manos del público (EMP), que es una parte del dinero legal, más el dinero depositado en cuentas bancarias a la vista, también llamadas cuentas corrientes. Es el agregado más líquido porque incluye monedas y billetes así como el dinero que tenemos depositado en cuentas que pueden transferirse para hacer pagos de manera inmediata y sin coste. Estas cuentas no devengan interés alguno al depositante pero, a cambio, sabe que puede ir a retirar su dinero o hacer uso de él de manera inmediata. Así, cuando hacemos una transferencia, pagamos con una tarjeta de débito o domiciliamos un pago, estamos haciendo uso de este tipo de dinero.

M2: Esta es una definición algo más amplia de oferta monetaria ya que añade a M1 el dinero que tenemos en otros depósitos bancarios. ¿Cuáles? Aquellos depósitos con un plazo de vencimiento menor a 2 años, así como los que puedan retirarse (o “rescatarse”) con un preaviso al banco de 3 meses. Aquí ya estamos añadiendo muchos otros depósitos de ahorro y de plazo que sí que generan rentabilidad al depositante (un tipo de interés fijo al final del período de vencimiento) pero que, a cambio, no pueden ser retirados a demanda del cliente de manera inmediata y, por ello, no se pueden utilizar directamente para hacer pagos. Si queremos utilizarlos para hacer una compra, primero hemos de cancelar el contrato de depósito a plazo correspondiente e incurrir en un coste.

M3: Esta es la definición más amplia de dinero que se utiliza en la Eurozona. Añade a M2 el dinero invertido en otros instrumentos financieros (no ya en depósitos bancarios). ¿En qué instrumentos? Fundamentalmente el dinero invertido en:

(1) fondos del mercado monetario, en

(2) cesiones temporales de activos y

(3) en títulos de deuda privada o pública de vencimiento menor a dos años.

Vayamos por partes. Nuestro dinero lo podemos depositar en cuentas bancarias y ya hemos visto que, dependiendo del tipo de depósito, podremos recibir alguna remuneración. Ahora bien, esta suele ser muy reducida. Por ello, podemos optar mejor por invertir el dinero en otros activos financieros, como son los llamados fondos de inversión monetarios o en la compra de títulos de deuda pública (como las letras del Tesoro) o privada (pagarés de empresas) de vencimiento a corto plazo. Obtendremos en estos casos un mayor tipo de interés que en los depósitos, pero eso sí, caso de querer disponer de nuestro dinero, no podremos hacerlo de manera automática. Es más, habremos de pagar una comisión por ello. Esto hace que M3 sea la definición de dinero más amplia, pero también menos líquida. Y es de hecho la definición de oferta monetaria amplia que se utiliza en la Eurozona.

En mi próximo artículo explicaré los porqués de la decisión de la Fed (Reserva Federal) de dejar de publicar M3 en 2006, así como la del BCE de dejar de publicar el valor de referencia de M3, que utilizaba hasta 2003 de manera expresa en sus decisiones de política monetaria.

Juan Castañeda

Read Full Post »