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Archive for April 6th, 2012

Profesor Bernanke: Lección 1

Como informé hace unos días en este blog, el Prof. Bernanke ha vuelto por unos días a su oficio de profesor de política e historia monetarias, y ha impartido cuatro lecciones sobre banca central a los estudiantes de grado de la George Washington University School of Business. La primera de ellas trata del origen de los bancos centrales, de sus funciones, el patrón oro y de la llamada Gran Depresión de los años 30; todo ello especialmente referido a la experiencia histórica de los EEUU. Aquí encontraréis unas líneas sobre una parte de su contenido y, cómo no, una crítica. En concreto, me centraré en su concepción de lo que es un banco central y de su visión sobre lo que fue e implicó una regla monetaria como el patrón oro clásico.

Lo primero de todo, da gusto ver el estilo ameno y fácil de seguir de los profesores americanos. Y Bernanke no es una excepción. Aún siendo consagradas figuras académicas y profesionales, como es su caso, se dirigen a su auditorio con cercanía y sencillez expositiva, lo que ayuda muy mucho a comprender sus explicaciones. Y es que la sabiduría no ha de estar ligada a la oscuridad expositiva, como si la falta de comprensión del orador convirtiera su discurso en un saber pseudo-oculto, al alcance de muy pocos. No es su caso y además no debe ser así.

Yendo al contenido de su exposición, no trataré aquí de resumir sus 60´de clase, sino únicamente de la parte que dedica a: (1) el origen de los bancos centrales y (2) a su visión de lo que fue e implicó el patrón oro, lo que incluye su opinión sobre si puede ser viable en la actualidad.

Los bancos centrales

Para el prof. Bernanke el banco central es una agencia gubernamental. Así lo dice claramente al comienzo de su exposición, como quien no quiere la cosa. Al margen de lo que uno opine de ello, esta afirmación choca con lo que hemos hecho en Europa donde, desde hace ya años, hemos separado a los Tesoros nacionales de los responsables de la política monetaria. Además, no es en absoluto una afirmación trivial; forma parte de un modelo de banca central propia de gran parte del siglo XX, por el que el banco central y el Tesoro actuaban conjuntamente y se consideraban capaces de gobernar la economía mediante variaciones de la demanda agregada. Forma así parte de una concepción de la política monetaria como un instrumento más de la política económica de un país, muy vinculada a los intereses del Tesoro claro. En esta línea, Bernanke señala como objetivos de los bancos centrales: (1) la estabilidad de una tasa reducida de inflación, (2) el crecimiento estable de la producción y del empleo y (3) la estabilidad financiera. Sorprende que hable aquí de bancos centrales en plural, cuando es la Reserva Federal de EEUU el único gran banco central que incluye el crecimiento económico y la creación de empleo en sus Estatutos.

Siendo así, entonces, ¿puede la Reserva Federal estabilizar el PIB a lo largo del ciclo y conseguir además la estabilidad de la inflación? En opinión de Bernanke sí puede y debe hacerlo. De hecho, explica en su clase que los bancos centrales tienen capacidad para influir en el PIB y en los precios mediante el uso del tipo de interés; pero, por sorprendente que parezca, no menciona al dinero, a la oferta monetaria. De nuevo, esta aproximación a la política monetaria no es trivial, pues se enmarca en un modelo macroeconómico de explicación de la realidad para el que la inflación es, al menos a corto plazo, el resultado de variaciones de la demanda agregada. ¿Y el largo plazo?  ¿Y cómo se determina el nivel de precios a medio y largo plazo? Ya trataremos de ello en otro artículo … .

El patrón oro

Es en este tema donde las explicaciones de Bernanke resultan más interesantes y sugestivas. Describe como fallos o motivos para abandonar el patrón oro los siguientes (no citaré todos para no aburrir): (1) Es una pérdida de recursos, pues hay costes importantes en la extracción y almacenamiento del oro; (2) No permite intervenir en los mercados para estabilizar la economía; es decir, reducir el tipo de interés para combatir las recesiones y aumentarlo para mitigar el crecimiento excesivo del PIB; (3) Supone una regla que no permite el desarrollo de políticas monetarias discrecionales. En una palabra, no es un régimen monetario flexible. (4) Además, sí conseguía estabilidad de los precios pero sólo a medio y largo plazo, ya que la producción y los precios se ajustaban continuamente a las condiciones del mercado y, como resultado de ello,  fluctuaban mucho a corto plazo. (5) Derivado de lo anterior, es un régimen que permitían deflaciones e inflaciones.

En mi opinión, son todas esas desventajas que atribuye Bernanke al patrón oro lo que le convirtieron en un sistema monetario deseable y exitoso durante más de 40 años (approx. 1870-1920). Era una regla monetaria en sentido estricto, que estaba basada en el cumplimiento de la convertibilidad de las emisiones de billetes del banco central en oro a un precio conocido; ello restringía la capacidad de emisión del banco y limitaba por tanto la oferta monetaria, lo que contribuyó a que el nivel de precios en 1870 fuera muy similar al de 1914. Algo impensable en la actualidad. Y como los bancos centrales no intervenían para conseguir objetivos de crecimiento del PIB o de los precios a corto plazo, claro que los precios y la producción fluctuaban más que ahora; pero claro que sí, ¿o no es eso lo que enseñamos en los libros de Introducción a la Economía debe ocurrir ante variaciones de la oferta y de la demanda del mercado? En su lugar, lo que hacen ahora los bancos centrales es contrarrestar esos ajustes del mercado para alcanzar unos objetivos macroeconómicos dados o elegidos por el banco central, lo que no permite por definición que funcionen bien los mercados.

¿Algún futuro para el patrón oro?

Vista su opinión negativa respecto al patrón oro, un alumno le pregunta que  por qué entonces hay aún partidarios de ese sistema y si cree que es viable hoy en día. En relación con la primera pregunta, Bernanke piensa que sus defensores lo presentan como alternativa al sistema actual porque el patrón oro sí logró la estabilidad de precios a medio y largo plazo y, además, elimininó la discrecionalidad de la política monetaria. En eso coincidimos; pero me temo que no en la valoración de si es deseable o no. En cuanto a la viabilidad del patrón oro hoy en día, Bernanke lo rechaza por dos tipos de motivos:

(1) Razones prácticas: Apela Bernanke a que no habría hoy en día suficiente oro para adoptarlo como patrón monetario. Francamente, al margen de si defendiera yo una vuelta al patrón oro, algo se me escapa en su respuesta porque esta crítica me parece muy débil. ¿Cómo que hay poco oro? Aún si así fuera, se podría adoptar como ancla del sistema pero a un precio mayor. Es una cuestión del ajuste que tendría que tener el precio del oro a su oferta y demanda actuales por motivos monetarios. Es decir, habría un compromiso de respaldo de los billetes de banco, pero claro que a un tipo de cambio más alto que el fijado en los años 30. Lógicamente, habría muchos costes de transcición a este sistema que ni Bernanke toca en su respuesta ni en los que entro yo aquí.

En cualquier caso, como bien advirtió Milton Friedman, el tipo de cambio de los billetes con el oro no tiene por qué fijarlo el banco central o el Estado, sino que puede permitirse que los usuarios de la moneda lo establezcan libremente. Ello abriría la posibilidad a que entraran nuevos emisores de dinero y serían los usuarios del dinero quienes, en función de la confianza que tengan en unos u otros emisores, asignaran un tipo de cambio u otro. De nuevo, este tema merece un artículo en profundidad.

(2) Pero Bernanke se centra más en razones de política monetaria. En su opinión, y en ésto coincido con él, los objetivos de los bancos centrales han cambiado y ya nadie creería que sólo han de mantener la convertibilidad de sus emisiones; sino que, más tarde o más temprano, todos sabemos que iban a relajar su compromiso con la regla monetaria para conseguir otros objetivos, como el crecimiento económico y la creación de empleo durante una recesión. En definitiva, el tiempo no ha pasado en balde y nadie ya confiaría en que el banco central iba a actuar como lo hacía a finales del siglo XIX, en unas circunstancias económicas y políticas tan diferentes a las actuales.

Esta visión negativa de Bernanke del patrón oro y de lo que es y debe ser un banco central van necesariamente de la mano. Se inscribe en una visión del dinero y de la regla monetaria como partes del “instrumental” al uso de la política económica, bajo el alcance de políticos y gestores especializados. En concreto, es una visión del dinero que considera que se puede y se debe regular su oferta para así influir directamente en las decisiones de la gente, para lograr objetivos de naturaleza macroeconómica. Digamos que yo me considero parte de la tradición opuesta de lo que es y debe ser el dinero en una sociedad con una economía de mercado; una visión que considera que debe preservarse el llamado “velo monetario” clásico entre el dinero y las decisiones de la gente. En definitiva, ello pasaría por no utilizar la moneda con fines macroeconómicos, sino como una mercancía más, que se regula libremente en el mercado por su oferta y su demanda. Y, mientras llegamos a ese sistema, que al menos se regule por un banco central comprometido con una regla monetaria que persiga únicamente preservar las funciones del dinero como depósito de valor y medio universal de cambio. Nada más (y nada menos).

Como señalaba al principio, da gusto ver esta proximidad del presidente de la institución monetaria más importante del mundo con los estudiantes, así como su claridad expositiva. Seguiré atento a sus otras tres lecciones impartidas, que resumiré en este blog en breve.

Juan Castañeda

Pd. El enlace para ver el vídeo completo de su exposición está disponible en: http://www.ustream.tv/recorded/21242022

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